Especialistas del Centro de Investigación Biomédica EuroEspes
han dado un paso más en la lucha contra el Alzehimer con la creación de la
vacuna EB-101. Se trata de un fármaco preventivo y terapéutico que ha sido
probado en animales transgénicos portadores de las mutaciones genéticas que
generan la enfermedad en los humanos.
Los investigadores han conseguido que los animales no
desarrollaran la enfermedad a lo largo de su vida y que se redujeran los rasgos
patogénicos que caracterizan al Alzehimer. Aunque la vacuna no consigue
regenerar las neuronas, sí permite detener la enfermedad y devolver la
estructura del cerebro a condiciones normales.
El director de la investigación, el doctor Ramón Cacabelos, ha
explicado que se encuentran a la espera de que en los próximos años se aprueben
los ensayos clínicos en personas. Esto haría que la vacuna fuera una realidad
en un plazo de 6 a 10 años.
En la actualidad, hay unas 36 millones de personas en el
mundo afectadas de Alzehimer y se estima que la cifra ascienda a 66 millones en
el año 2030. El envejecimiento de la sociedad hará que la enfermedad se
extienda provocando consecuencias tanto para las personas como para el sistema
sanitario. Estas circunstancias otorgan especial importancia a la investigación
como única forma para controlar la enfermedad.